Pliegos Entintados

jueves, 26 de octubre de 2017

¿Cómo iniciaron las historias?

Tengo que dejarme en claro algunas cosas.
La primera historia que desee escribir fue la que titulé "Power Five" este como nombre temporal, pues según yo, al pasar el tiempo encontraría el nombre real y adecuado; esta historia comenzó cuando cursaba mis últimos años de primaria, así que aún después de casi diez años no se me ha ocurrido uno mejor. 
Luego me dije a mí misma que debía encontrar otras historias, debía dejar de pensar en sólo un tema. Entonces surgió "Gusto por sufrir". Apenas tenía 15 años, y la verdad es que con libro que leía me daba cuenta de que habían demasiadas cosas que debía cambiar respecto a mi forma de escritura. 
Luego llegó mi gran idea de un spin off, luego de hacer sagas que nunca completé ni la primer parte. Solía leer demasiadas novelas de fantasía, y mi cabeza sólo se llenaba de esas ideas. 
Sólo hay algo extremadamente importante y que me prometí desde joven cumplir. Me da mucho gusto ser tan mayor y seguir siendo fiel a mi ser de infancia. 
El nombre claro es malo, la idea de crear un mundo de una especie de super héroes no es ni de cerca la mejor. Pero yo creé un mundo desde cero, con escenarios, personajes y tramas que se entrelazan unas con otras. Tengo todas las claves, nombres, historias. Todas las precisiones de los porqués. Todas las líneas y rutas a las que llegaran, así como la certeza de que en el camino muchas cosas pueden transformarse. Pero también tengo claro a dónde llegarán todos los personajes. Todo, todo, todo está en mi cabeza, en mi memoria y en los apuntes de mis cuadernos viejos. 
Perdí una computadora donde tenía todos mis avances, pero aún así, sé que no importa comenzar de nuevo, por que en realidad había tantas cosas por crear desde cero y tantas otras por cambiar o mejorar que valdrá la pena el cambio.
Mi mamá fue quien me recordó que yo me había propuesto completar esta meta. Gracias Margarita, por el amor imparable, por ser esa prueba viva de que el amor es algo intangible y tan certero como el aire mismo. Eres la luz de nuestros caminos. 
Y así es como en mi segunda década vuelvo a comenzar retos interesantes y especiales. Con tantas cosas buenas que me acompañan en la vida académica que he elegido.