Pliegos Entintados

domingo, 24 de junio de 2012

Mis reseñas: Avenger's Angel


Avenger’s Angel
Autora: Heather Killough




Desde el principio de los tiempos, los arcángeles deseaban conocer el verdadero amor. Cuando cuatro ángeles femeninos fueron creados para los cuatro arcángeles, Miguel, Gabriel, Uriel y Azrael, un caos de celos estalló, y las Arcos fueron secretamente enviadas a la Tierra. Los cuatro arcángeles favorecidos las siguieron, provocando una búsqueda que ha durado miles de años…
Uriel fue una vez el Arcángel de la venganza y uno de los guerreros más poderosos de su reino. Pero eso fue hace una eternidad. Ahora es un galán, una estrella de cine a la cabeza de la franquicia de vampiros más grande de Hollywood. Y nunca ha estado más solo, hasta un encuentro casual con Eleanore Granger. En el momento en el que posa sus ojos en ella, sabe que es suya.
El primer instinto de Ellie es correr. Las personas siempre han estado detrás de ella por sus poderes ocultos, pero algo en Uriel es diferente. No puede negar su profunda atracción por este extraño con ojos esmeralda, así que decide confiar en él. Y justo a tiempo, porque hay otros que se proponen utilizar a las Arco para sus propios fines, y Ellie es su primer objetivo.
Opinión:
**
Yo no sabía que esperar aquí, solo sabía que quería leerme un libro y fue el elegido, Y bueno, en su mayoría está bien, es una buena historia pero depende de quien la lea para juzgar eso….
Contenido para adultos: Sip (y nunca lo imaginé)
Y sin contar eso, es una historia distinta, bueno… la primera que leo en la que aparezcan  ‘‘Ángeles’’. Así que bueno, sin más… si se les antoja leerse este tipo de historias está bien Háganlo
La unión de Uriel, me pareció buena, pero en todo momento estube pensando que sería mejor irme directamente a otro libro (de la misma saga) la historia que narre como ‘Azrael’ encontró a su Arco, ya que el libro consiguiente a este es el de la historia de Gabriel y si bien creo que será mas interesante, para mi Azrael y Miguel se llevan las de ganar en mi escala de interés.
 Por cierto que... de no ser por la portada de arriba quizás y no me leía el libro, ya que me agrada más y la 2da, no tanto ¿que opinan, cual está mejor?
En fin, un libro fuera de mis expectativas esperadas...

Mis reseñas: Epic Fail


Epic Fail
Autora: Claire LaZebnik 

¿La vida amorosa de Elise será una victoria épica o un fracaso épico?
En la Preparatoria Coral Tree en Los Ángeles, quiénes son tus padres pueden convertirte en un éxito o en un fracaso. Caso en cuestión:
Como el hijo de la realeza hollywoodense, Derek Edwards es casi como el príncipe de la escuela, no es que él se digne a reconocer a muchos de sus súbditos reales.
Como la hija de la nueva directora, Elise Benton no está exactamente en la lista de debo-sentarme-a-su-lado-en-el-almuerzo de todo el mundo.
Cuando la hermosa hermana de Elise llama la atención del mejor amigo del príncipe, Elise llega a pasar mucho tiempo con Derek, convirtiéndola en la envidia de cada chica del campus. Excepto que ella se niega a caer por cualquiera de sus raras sonrisas y en lugar anima a su enemigo, el sorprendentemente encantador y marginado social, Webster Grant. Pero en esta historia hilarante de encajar y coquetear, no todos los desaires son inmerecidos, no todos los célebres mocosos son malcriados, y el orgullo y prejuicio puede ponerse en el camino del verdadero amor por un tiempo.

Opinión:
****
Muy buena historia, no me arrepiento de haber leído este libro, pero si que ansiaba ver que final iba a tener. Es muy sencillo identificarte con la historia y los eventos que Elise tiene que vivir, ya que en unos casos se apega a la realidad, como los problemas que te ocasiona tener hermanas (os), las cosas que tus padres te hacen pasar. Está muy entretenido, si bien no es de lo más fantástico, si es muy bueno. Y lo recomiendo mucho.
Gracias infinitas al foro de ‘‘Purple Rose’’ por la traducción.
Fue publicada el 4 de agosto del 2011. 
Bien... Este estilo de historia me ha gustado mucho, este tipo de libros me demuestra que no hay necesitad de agregar lobos o vampiros a una historia para hacerla interesante y muy buena. Gran libro... 
(P.D Creí que la hermana mayor de Elise sería mi personaje a detestar en las primeras líneas en las que aparece, ¡pero nada que ver! Es buenísima onda en fin... eso es todo... Lean el libro!!!)

Mis reseñas: A beautiful Dark


A Beautiful DARK
Autora: Jocelyn Davies

Skye nunca puso en duda la historia de su vida. Su tía Jo la adoptó después de la muerte de sus padres cuando ella era sólo una niña, y juntos dan la vuelta a través de recuerdos de la forma en que algunas personas hojear álbumes de fotos. Ella nunca se cuestionó si las historias eran ciertas.

Hasta la noche de su cumpleaños número 17, cuando la llegada de dos extraños se entromete en su cómoda vida. Polos opuestos, como el fuego y el hielo, Asher es oscuro y salvaje, mientras que Devin es razonable, frío y distante. Skye no tiene idea de lo que ellos quieren, sólo que su presencia coincide con el inicio de algunos eventos sorprendentemente extraños. Eventos que Skye, si se atreve a pensar, podría ser la responsable de causarlos.

En lo alto de las montañas de Boulder, Colorado, Skye se encuentra atrapado en medio de una antigua batalla, que comenzó hace incontables milenios. Dividida entre  el impredecible Asher, a quien ella ama, y él exasperante Devin, del no puede mantenerse alejada, su destino es oscuro como una noche sin estrellas. Y como los secretos de su verdadera identidad han sido revelados, Skye se da cuenta de que su destino puede residir en el cielo, o en algún lugar más oscuro.
Opinión:
***
Esta historia me gustó, por la fantasía que tiene, ya que me gustan ese tipo de historias donde hay eventos sobrenaturales y romance. Este libro es una saga, y según sé el 2do, saldrá en septiembre de este año. Si no es que después o no lo sé. Y bueno, si que me interesa leerme la siguiente parte. A mi me encantó el personaje de Devin, y hasta cierto punto fue mi favorito pero… Necesitan leerse esta buena historia y juzgar quien es el mejor. En fin…  Está bien recomendado y aprobado para el descansito. 
Las emociones te brotan en algún punto de la la historia. Mi favorita es cuando se narra una escena con el amigo de la prota, no revelaré nada, pero pienso: pobre chico... Y en fin... Léanlo y disfrútenlo.
Gracias a Bookzinga y Purple Rose.


Aquí el segundo ejemplar que ansío completa y locamente por leer (exagerando pero no mintiendo)

Mis reseñas: Sophie & Carter


No quería ponerles estas reseñas hasta haberme leído los libros completos… Y debo decir que si eh decidido hablar de ellos es por que me parecen realmente buenos. Todos con su propio estilo, y todos geniales XD
*Tengo que agregar que… no se fien mucho en las sinopsis, que bien, en su mayoría dicen demasiado poco, o una cosa distinta de lo que es la historia de cada historia en si. ¡Los recomiendo muchisimo! Bien… Enjoy

Sophie & Carter-


Autora: Chelsea Fine
 
Mientras que otros estudiantes de secundaria están soñando con su futuro, Sophie y Carter están tratando de superar cada día.
Carter se siente abrumado por los problemas en casa mientras lucha por mantener a su madre. Mientras tanto, su vecina de al lado Sophie se quedó al cuidado de sus tres hermanos menores en lugar de su madre ausente y problemática.  Todo lo que mantiene cuerdos a estos dos mejores amigos son el uno al otro, y sabiendo que cada noche se sentarán juntos en el columpio del porche de Sophie y escaparán de la realidad, aunque sólo sea por un rato.  Pero a medida que su relación llega a un punto de inflexión y se acerca la graduación en la secundaria, ¿su amistad se convertirá en algo más?

Mi opinión:
*****
Voy a ser breve…. No creí que esta historia fuera… como lo es, es muy buena para leerla una tarde libre, lo inicié una tarde y en menos de lo que creí  ya lo había terminado, vale la pena leerlo. Y bueno este ejemplar lo conocía gracias al foro: Bookzinga.

Lo único que no paraba de pensar era: ¡Que Lindo! y ¡Owww! también... ¡Animo Carter! ¡Linda pareja! Y es que un chico como él te ayude y en fin te haga sentir mejor al caer la tarde... 
Los eventos son narrados de una forma tan ligera, ten enteras de lo necesario en muy poco tiempo. De esta manera hace que la historia no sea lenta ni aburrida... Es mas.... ¡Me dieron poco! Yo quería mas y más de esta historia, pero le nos ofrece justo lo necesario, a pesar de que mis ganas de continuar con esta historia no cesaran.
Absolutamente tienen que leerla! 
Por cierto que la autora se ve super agradable XD 

Bn.... 
Saya Chan

jueves, 14 de junio de 2012

Gusto por Sufrir 11vo Capitulo

Hi!! Capi 11


11 Rompiendo lazos


         -¡Chicos!- Gritó Ethan atrayendo la atención de todos.
Nos acercamos a él. De pronto un fuerte dolor me persiguió en el abdomen y la cabeza. Era distinto a lo que sentía por estar enferma, pero no me dejó, era demasiado persistente; constante hasta cansarme, era muy malo que me sucediera en ese momento, sin un doctor o medicamentos cerca.
         -Nos iremos al lago, no esta lejos, así que suban al auto y nos vamos.- Ethan lucía demasiado entusiasmado. Brad subió en el asiento del copiloto. Sam en el volante.
En un pésimo momento se le ocurrió a mi cerebro recordarme un sueño más.
         -¿Qué les pasa?- Pero él no me respondió.- ¡¿Qué demonios les está pasando?!
            -Están saliendo de su piel.- Me dijo una voz familiar. Connor, mi hermano, no podía distinguir.- Así es esto. Te transformas, y parece que mueres pero no.
            -¡Ayúdenlos!- Imploré, a él, al dueño de la voz, a alguien que en ese momento no estuviese persiguiéndome.
            -Nadie puede ayudarnos. Nadie quiere ayudarnos. Somos la escoria del universo. Atados al satanismo- Dijo la pelirroja.
            -¡No es verdad!- Él le gritó.- Solo somos diferentes. No nos comprenden por ser distintos a ellos. No somos más que una raza distinta.
(Ahora sabía que el chico tenía por nombre: Zack)
Mis ojos bañados en lágrimas, al ver el sufrimiento que aquellos cambiantes tenían. Todos se transformaban. Todos rasgaban su piel humana para dejar a su bestia interna salir. Pero él no. Él no cambió, él no era distinto del resto, pero, era imposible su metamorfosis.
Mi dolor era mas intenso, me abrasé intentando disminuir el impacto; obviamente no funcionó. De pronto Ethan estaba cerca de mí y aproveché.
         -Oye, no me…- Y me congelé. Miré mas allá del hombro de Ethan, miré mas allá de los pinos cercanos, en la lejanía sentí, la misma sensación de la última vez.  La misma crueldad nos observaba con fiereza.- Ahí está.-Dije temblorosa. Aun sujetándome a mi misma.
         -¿Qué pasa?- Dijo Ethan extrañado.
         -Es… lo mismo de la última vez. Ahí- Apunté hasta la masa de árboles que se veían en la lejanía, asechándonos.
Varios chicos no habían abordado aun la camioneta. Giré la cabeza para con ellos, y luego miré a Ethan, que pasó su vista hasta encontrarse con la de Zack, ellos volvieron a intercambiar palabras mudas, y supe que eso significaba un peligro para el chico que se acercara a la fuente de mi sensación.
         -Tranquila- Dijo Ethan acercándose a Zack, dejándome a mí atrás. Brad bajó del auto tan rápido, que, casi en sintonía con mi parpadeo ya estaba prácticamente al lado de Zack. Y apresuraron su paso. Emprendieron lo que sería una caminata mortífera hacia lo desconocido y temible.
No podía dejar que se expusieran a eso que parecía peligroso. Corrí hasta encontrarme con la cara de Zack, lo tomé por los brazos hasta lograr que frenara.
         -Espera- Mí voz sonaba tan solo una fracción de lo asustada que me sentía- ¿Por qué siempre te vas cuando les digo esto?
         -Por que al parecer siempre aciertas- Dijo pintando una sonrisa en su rostro, que me hizo preocuparme más.- Nos veremos después.- Y sin dejarme decirle algo mas se fue, corrió tan rápido que me iba a ser imposible alcanzarle, Brad le siguió el paso.
Noté que ambos mencionamos ‘siempre’ aunque solo fueron dos veces. Y le sonreí a la soledad que yacía frente a mí, me llenó de una impaciencia que no podía parar.
Regresé al punto en el que estaba anteriormente. Ethan me esperaba, reprochando. Y de nuevo me encendí en enojo. ¿Cómo se atrevía a mandar a Zack… y a Brad a quien sabe donde? Ellos dos solos. Era injusto.
         -Vamos sube.-Dijo Ethan. Él y Connor eran los únicos que faltaban por subirse al auto.
         -¿No piensas esperarlos? - Dije en un tono peculiarmente de reproche.
         -Ya nos alcanzarán.
         -Yo no voy.
         -No empieces de nuevo Melanie, súbete ya.
         -¡No! No me estoy sintiendo bien. Quiero irme a casa. - En parte no mentía, el dolor era intenso, mi cabeza ardía, creo que esa era la mayor razón por la que yo siempre estaba de mal humor, el dolor que nadie comprendía eran el causante, o esa era una buena explicación. Y mentí, por la parte de mí que quería irse hasta que Zack volviera.
         -¡Súbete ahora! - Y él también entró en cólera. Era fastidioso verle así, estábamos en una competencia inconsciente por ver quien se enojaba más.
         -¿Qué no escuchas? Te estoy diciendo que me siento mal. No puedes retenerme aquí solo por que quieres. - Mi tono era demasiado alto.
         -¡No me importa!- Me superó, la furia que emanaba era aterradora, pero no se lo iba a demostrar.- Ese no es mi problema. Todos estamos aquí, así que tú también.
         -¡Eres un idiota! Creí que me entendías.
         -No, y no me interesa entenderte.
         -Quieres protegerme pero no te importa lo que sienta. Irónico.
         -¡Solo sube al auto!
         -Y me ignoras.
A este punto, todos miraban a través de los vidrios polarizados, atentamente a la discusión sin fin que entablamos él y yo. ¿Qué era lo que realmente le molestaba de mí? ¿Y por qué no simplemente me dejaba ir?
Y a pesar de que todos nos escuchaban a él no le importó subir su tono de voz, casi al máximo de su capacidad. A pesar de que estaba furioso conmigo nunca me faltó al respeto como yo lo hice. Me sorprendió, y sentí que yo era la peor.
         -Bien- Se acercó mucho a mí- Ahora di lo que quieras, te escucho.
         -Me-voy-a- casa - Dije lentamente, pretendiendo que de esa manera comprendiera.
         -Te irás cuando todos lo hayamos hecho.
         -¿No me escuchas con claridad? Dije que me voy, no espero que me sigan o al revés, solo me iré te guste o no.
         -Parece que tú tampoco pones atención. Yo no te lo pregunté.
         -Intentas ponerte de líder, intentas ser lo que no eres, y mira… no estas consiguiendo nada. Pierdes lo poco que tenías conmigo…
         -Oh… ¿acaso había conseguido algo?- Y noté que todo lo que Mar y John dijeron era cierto, el me quería, pensó que yo le correspondería en algún momento pero no. Me dio pena por él.
         -No, y al parecer jamás lo conseguirás.
         -No me importa. ¡Sube ya!
         -No puedes obligarme.
         -¿A no?
Me tomó del antebrazo con tanta fuerza, que de un poco más fuerte pudo haberme roto el brazo. Me conducía hacía el automóvil.
         -¡Suéltame! ¡Me estás lastimando!
         -Ni modo.
Me escapé ya cuando literalmente estaba a un costado de la puerta abierta. No me sorprendió ver que las pocas personas que estaban adentro del restaurante nos miraran por los vitrales. Incluso el personal del establecimiento nos miraba.
         -Eres imposible- Le dije erguida frente a él, sin pizca de mentira en mi rostro. Mis mejillas ruborizadas del coraje y mi pequeña cicatriz ardían por la misma intensidad. Él la miró y luego mis ojos, el color de los suyos estaba apagado de felicidad y encendido en fuego de amargura repentina.
         -No más que tú.
         -¡Te odio! Nunca creí que llegaría a esto, pero de verdad ¡Te odio!
En forma instantánea su mirada se apagó en un mar de duda y tristeza, eso jamás lo esperó escuchar, era evidente. Algo en su interior se había roto.
Subía al asiento de hasta atrás, tan rápido como pude.
Yo tampoco creí llegar a tanto. Pero logré atravesar más allá de la línea permitida, y esto no lo podría remediar, él no me perdonaría. Y por vergüenza, yo no se lo pediría.

Y arrancó, hasta llegar al lago. Largo trayecto para llegar hasta ahí, supuse que para volver nos tomaría una gran lapso e incluso podría llegarnos la noche. Y mi padre estaría en casa preguntándose por mí, y mi castigo sería mayor. Y en mi cabeza Ethan sería el culpable.
Nadie dijo nada, fingieron que no peleamos él y yo. Bajamos del auto y las chicas discutían por decidir cual deporte elegirían para jugar. Ganador: Voleibol.
Me aparté. Subí una pendiente muy pequeña, y me senté en la raíz de un tronco que sobresalía de la tierra.
En ese momento recordé que Zack mencionó un mensaje enviado a mi hermano. Miré la pantalla de mi teléfono. No había rastros de tal mensaje, pensé en que tal vez borró el mensaje en cuanto lo envió pero no tenía sentido. Tal vez irrumpió en mi casa a media noche, cuando dormí, y borro el mensaje, olvidó dejarlo en un lugar en donde me fuese fácil encontrarlo y por eso no lo pude llevar al Instituto el día anterior. Sonó lógico en cuanto lo pensé, pero no.
No despegué mi vista de la pantalla, preguntándome demasiado sobre lo que pasó ese día.
         -¿Todo bien? - Brinqué de la impresión al ver a Zack sentándose frente a mí. Pero no pensaba decirle que me había asustado.
         -No del todo, supongo que ya te dijeron.
         -¿De tu pelea con Ethan? Si lo oí por allí. Pero por lo que dijimos antes es obvio que se moleste. Tu tranquila, piensa que es una onda en contra mía, y el la cobra con todos.
         -Podría creerlo, pero en realidad la cobra solo conmigo.
         -Bueno, te dije que lo pensaras, no que es así.
Sonreí a eso, su intento fue agradable. O tal vez el decía una parte de verdad, había un problema fuerte entre ellos dos.
         -¿Les fue bien en su búsqueda?
         -¿Qué búsqueda?
Arqueé una ceja, eso era lo más obvio del mundo, todos notamos su partida y ahora intentaba ocultarla.
         -Oh, hablas de eso. Si todo bien, por un rato.
         -Imagino que tú, y todos los chicos andan en algo, muy extraño.
         -No es cierto-Dijo divertido- También hay mujeres.
         -Oh, disculpa el error mío.
         -Te disculpo con gusto.
Nos dirigimos sonrisas, reí al ver lo renuente que iba a ser siempre respecto a ese tema.
         -Es cierto ¿Por qué estás aquí? Deberías estar disfrutando de un juego, no sé, podrías jugar voleibol, o lo que sea que están jugando los hombres.
Sonrió abiertamente.
-Podría, pero estás aquí, lejos de todos y ya sabes, que ninguna mujer puede, y menos en medio de un bosque, eso es peligroso.
         -Si, eso dicen, ¿te obligaron a venir aquí, a cuidarme?
         -Podría ser una obligación, si no quisiera estar contigo.
Y pude sentir, como se me acalambraba el estómago y mis mejillas se ponían calientes. El color rojo en ellas era notorio.
Charlamos de gustos en la música. Supe de su amor por la música clásica, no me extrañó, y él supo de mi peculiar gusto por el rock. Y que fue la razón por la que yo iba en camino a la tienda de discos ese día.
         -Sabes… algo que me pondría muy feliz, sería que tú hablaras con sinceridad. De quienes eran esas personas, y de quienes son ustedes en realidad.
Sonreímos al mismo tiempo pero por diferentes razones.
         -A mi también me haría muy feliz que lo supieras.
         -Oh, mira, estamos de acuerdo en lo mismo, entonces hazlo, cuéntame.
         -Perdona Mel, de verdad me gustaría, pero no puedo.
         -Y si… te cuento algo realmente importante de mí ¿lo harías?
         -Eso depende de la inmensidad de la confesión.
         -La razón por la que digo que ya te conozco.
Sus ojos se abrieron de par en par, al darse cuenta de que yo podría confesarle eso.
         -Tal vez… tal vez luego. - Sonrió. Y nos pusimos de pie. Llegamos hasta donde habían dejado la camioneta aparcada. Nos reíamos y platicábamos mientras nos acercábamos más.
Las cuatro chicas seguían en un partido dos contra dos en voleibol. Mar y Jackie me vieron a lo lejos.
         -Te estábamos buscando.- dijo Jackie.
         -Uf. Se notó. Se ven exhaustas de tanto buscar.
         -Bueno, nos dijeron que estabas con Zack, por eso preferimos dejarte.- Dijo Mar.
         -Como sea. Ya estás aquí. Hay que jugar- Mencionó Jackie
         -Eso es injusto, están en un dos contra dos, así están bien. Yo las miraré.
Pero no me lo permitieron, Jen salió del juego, fue con  John hasta llegar al auto y quien sabe lo que hicieron ahí.
Jugamos alrededor de una hora, quizá más. Olvidé todo, solo me importó el ahí y ahora. Me permití disfrutar de la compañía de mis amigas.
Los chicos, todos sin excepción (claro John ya no jugaba, pero estaba cerca), cambiaban de juego muy seguido, cuando miraba en su dirección estaban en un partido de soccer, cuando miraba de nuevo era un partido de básquetbol. Para ellos era imposible aburrirse.
Nosotras estábamos más cerca del lago. En medio de un juego, comenzamos a hablar, todas intentando convencerme de que Zack era un gran partido.
De pronto un aire frío nos azotó, era extraño, solo nos llegaba a nosotras, los pinos de nuestro alrededor no se inmutaron, ni la mas lánguida hoja se movió por ese viento.

By: Yocelyn Lpz
Saya Chan* 

domingo, 10 de junio de 2012

Gusto por Sufrir Capitulos 9 y 10

9 y 10 wiii!



9 Riña y ataque


No cambio el ambiente de hoy al de ayer, tonterías se dijeron en la mesa en nuestro receso. Lo que no era igual: Ethan no se sentó a mi lado o yo no me senté al suyo. Samuel no comió con nosotros, se sentó en otra mesa intentando ligar a un par de chicas de semestres superiores.
Jen estaba entrenando. Carrie faltó otra vez. Y Zack estaba en nuestra mesa. Esa fue la parte más extraña y genial. La verdad es que no podía ocultarme ni a mi misma el gusto que me daba, que él estuviese sentado ahí con nosotros. Era magnifico.
El chico era fresco, divertido. Paseaba su mirada para con todos menos conmigo, pareciese que no quería mirarme, o Ethan lo presionaba para que no lo hiciera. Esos dos, me creían muy tonta para no notarlo: Su fiera pelea mental, esas miradas voraces que ambos se lanzaban eran tan profundas, que si bien no llevaban odio pero si una furia por dominar al otro. Y yo aun no sabía lo que eran.
El tiempo se acabó tan pronto.
Ethan estaba cerca, y tenía la vaga esperanza de que él fuese sincero de una buena vez. De que ya no me mintiera, que fuera él y sólo él, y su parte verdadera saliera. Que su cara falsa se fuera y la real se mostrara.
         -Ethan. Oye espera.- Apresuré el paso para que no se me escapara. Pero ya me estaba arrepintiendo de haberme acercado. Sus ojos no estaban tan relucientes como yo hubiese esperado, se veía cansado, demasiado ¿por qué? La verdad era que yo no sabía mucho de él, y apenas lo notaba.
         -Hay clases… ¿luego, si?
         -Es…- La rabia me comenzaba a impregnar, no podía dejarla.- Bien.
Y mi interior gritaba ‘‘¡¿QUÉ RAYOS FUE ESO?! ¡¿Eres idiota o te haces, piensas arruinarlo siempre?! Pero no tenía nada para decir. Él quizá lo sabía. Y no quería tener que soportar el que yo me hubiese quedado callada.

El auto de Connor estaba afuera aparcado. Lo miré y fue realmente tentador. No pude evitar mis instintos de chica mala, o al menos de chica que no entra a clases. Y cuando menos lo pensé ya estaba recargada en la puerta del coche. Segundos después… ya me encontraba sentada en el cofre. Eran movimientos inconscientes y fugaces. Era cómodo, el sol no era un problema, un árbol le hacía sombra. Era de esperar el que Connor cuidara tanto a su no tan pequeño tesoro.  Me recargué en el cristal. Me puse el gorro de mi suéter que en esta ocasión era color rojo; casi cubría mis ojos, era perfecta esa escena. Todo era tranquilidad en el momento. Una pareja se veía a lo lejos, ellos haciendo lo suyo, y grupos de gente por ahí.
Comencé a tararear una canción que sonó en mis auriculares; movía mis manos y pies al compás de la música.
         -Una gran canción supongo.
Esa voz provoco que diera un salto por tremenda impresión, apenas segundos antes creía estar sola.
         -Si bueno… lo es.- ‘‘Lo era’’ debí decirle, por que apague el Ipod luego de eso. Y así KYO dejó de sonar con Je Cours. Lastima. Buena canción.
         -La chica mala no entró a clases. Te encanta meterte en problemas.
Eso era justamente lo que yo había pensado antes ¿Qué pasa? Acaso el chico nuevo podía leer mis pensamientos, esbocé una sonrisa al pensar en mi frase dicha de manera muy poética.
         -Si, eso me encanta. ¿Qué hay de ti? Estas a fuera también.
Creo que no dejaba de mostrar mi sonrisa, por que él no dejaba de mirar mis labios. ¿O ya había dejado de hacerlo y él pensaba en algo más?
No puedo negar que esa idea me fascinó.
         -Alguien tenía que venir a vigilarte.
Esperé que él supiera que eso no tenía sentido. No para mí.
         -No tenías que molestarte- Para ese momento estaba más que segura de que ya no tenía ni una pequeña sonrisa en mi rostro.- Me puedo cuidar sola.
         -Si, el lunes lo demostraste. -¡Rayos! Hasta su sarcasmo era agradable, estaba doblegada ante él.
         -¿Qué? ¿Mi pelea no te impresionó, o al menos mis gritos?
         -Eso si.- ¡Maldición, su risa era encantadora! Peor, yo me reía con él.
         -Creo ¿Entonces si recuerdas lo que ocurrió?
         -Si, bueno, son la clase de cosas que no se olvidan. Pero ¿Qué recuerdas tú? - Algo de nerviosismo se presentó en su voz. Me demostró con eso que esperaba que yo no recordara la pelea, los gritos, a Deborah, a Lerk,  a los chicos que pelearon, y la sangre.
         -No se si para tu desgracia o beneficio, pero recuerdo todo. No se el porque de todo lo que ocurrió, ni sé quien esperaban que fuera, pero lo recuerdo. Los vi, y sé que eso fue real. Todo. Lo gracioso de esto es que solo me faltaba conocer sus nombres para sorprenderme menos. El tuyo, y el de esos tipos, por que ya los conocía a todos.
La impresión en su rostro no me sorprendió, seguro no era lo que esperaba escuchar.
         -¿Cómo? ¿Ya los conocías? Espera… ¿A mi también?
         -Si. Es complicado explicar eso.- Y me pinté con una sonrisa más amplia y formada, ya le había tomado confianza, pero no tanta como para confesarle lo de los sueños.
         -Pero tienes que hacerlo. ¿Ya nos conocíamos antes?
         -No. Bueno, yo a ti si, pero tú a mi no.
         -Eso no lo sabes.- Dijo él guiñándome un ojo. Lo cual si que me sorprendió. Y fruncí el seño.
         -Debes hablarme sobre eso. ¿Por qué ya me conoces y a ellos?
         -No creo. Me pudiste haber ayudado, y más, pero no te tengo tanta confianza como para contarte sobre eso.
         -Oye, deberías…
         -Solo te conozco hace dos días… oficialmente. -Le inquirí.
         -Buen punto. Entonces conozcámonos mejor.
         -¿Sólo por que quieres saber como es que te conozco?
         -No, claro que no.
         -Ah, entonces por que quieres comprobar si yo soy Leyni o no.
         -Eso es algo realmente privado…
         -¿No es por eso?- Interrumpí.
         -No.
         -Te apuesto a que has tenido muchas amistades con mujeres, así que podrías esforzarte mas en hablar conmigo.
Él sonrió, yo hice lo mismo. Para entonces ambos estábamos sentados en el cofre del auto, con los pies colgados y balanceándose. Aun sentado, su altura era imponente.
         -Es verdad. -Dijo felizmente.
         -Entonces…
El se puso de pie frente a mí. Colocó sus brazos a mis costados, apoyando sus manos en el auto. Su cercanía no me molestó pero si fue inesperado, de pronto su confianza hacia mí era completa. Eso era muy inquietante.
         -Me da mucho gusto conocerte, mi nombre es Zack, me acabo de mudar, cumpliré 18 próximamente, es verdad, ya conocía a varios chicos de aquí, que también son tus amigos. Me gustan las películas de acción, pero eso no quiere decir que no pueda disfrutar de una romántica. No tengo novia. No vivo con mis padres. Amo la música. Toco el piano. Y realmente me gustaría conocerte y ser tu amigo. Me encantaría que tuvieras confianza en mí. Pienso que es la base para tener una amistad. Ese soy yo resumidamente.
         -Tocas el piano ¿eh?- Dije conmocionada con la parte de ‘‘no tengo novia’’ eso si que me emocionó, se tomó el… atrevimiento de mencionarlo. - A mi también me da gusto conocerte, pero admito que cuando te conocí no fue tanto así.
         -Perdiste a alguien ¿no? - Él lo comprendía. Y se alejó, poniéndose a mi costado otra vez.
         -Exacto, y era alguien realmente importante. Y que tu llegaras significaba un cambio muy grande, y pesado.
         -Entiendo.
         -Y no creas que no le preste atención a tu larga presentación. Me perdí un poco con lo de la novia, pero le seguí el curso hasta el final.
         -Tu sinceridad me conmueve.- Dijo luego de una conveniente risotada.
         -¿No esperas que haga lo mismo verdad? - Y su risa volvió ¡Que gran melodía!
         -No necesariamente.
         -Genial. Solo lo importante… Tú ya sabes mi nombre.
         -Eso es obvio, desde que llegue te diste a notar.
         -Cierto. Soy buena haciendo eso. Bastantes personas terminan conociéndome rápidamente.
         -Pero pocas personas terminan conociéndote realmente bien. Estoy convencido de que la mayoría aquí, no te conocen.
         -También es cierto. Pero es mejor así.
         -Eres interesante. -Él debía dejar de impresionarme, pero no.
Él sonrió y le respondí. Ese momento se volvió de los dos, de alguna forma era especial, noté sus ojos detenidamente, los examiné y el igual. Yo noté que eran de un profundo y oscuro verde, que eran de los que podían mentir por la boca pero no por la mirada, solo se veía sinceridad en sus ojos. Y supe que si la amistad se efectuaba, él jamás intentaría lastimarme. Pero no era tonta, sabía que de una u otra forma no debía confiarme del todo en alguien desconocido en la vida real.
Y mientras yo miraba en él seguridad, verdad  y algo hermoso fluyendo de su interior, sabía que el solo estaba buscando eso que Deborah había mencionado; cuando le dijo que mis ojos eran los mismos de quién sabe que. Ese recuerdo me dolió, la esperanza de que Zack se interesara en mí, se hizo añicos al instante.
El tiempo vuela cuando te diviertes, y cuando buscas la verdad en la mirada del tipo más atractivo que jamás hubieses visto. Ya había sonado la hora de salida, la gente comenzaba a fluir hacia la salida y los coches del estacionamiento.
Entre la turba salieron mis ‘‘amigos’’. ¿Qué significado tenía esa palabra para mí realmente?






10 Salida forzada


Jen y Marisol se acercaron a nosotros.
         -Hey chicos. Ambos no estuvieron en clase.
         -Di algo novedoso Mar.- Le pedí.
         -Bueno… vamos todos a salir… iremos por ahí. Ethan consiguió un auto y saldremos juntos ¿No es genial? ¿Hace cuanto que no salimos todos juntos? - El entusiasmo de Marisol era más que notorio.
         -Si, hace falta salir, no llevamos mucho en clase pero, hay que ponernos al día, y prepararnos para la fiesta de mañana. Ustedes pueden continuar con el ligue ya que lleguemos a nuestra primer parada- Dijo Jen. Claro ella podía decir lo que fuera, ya tenía novio.
         -¿Qué dices? Aquí no hay nada de ligue. Y no quiero ir.
Zack ni se inmutó. Permanecía a mi costado en silencio, algo que realmente me molestó. ¿Qué esperaba? ¿Qué me acercara mas a él y pusiera mi cabeza en su hombro, mientras dijera ‘‘No es lo que estas pensando’’ con una voz de niña mimada puesta al descubierto? Era ridículo, ¿por qué se ponía serio de repente?
         -¿A qué no quieres ir? ¿A la fiesta o a lo de hoy?
         -Te soy sincera- Mi voz ya acompañaba a mi irritación, lo cual era estúpido por que me la había provocado yo sola- A ninguno de los dos. Pero mi opinión no cuenta. Así que ¡Vallamos!
         -Hey, tranquila, solo te están invitando.- Valla a Zack no le comió la lengua él ratón.
         -Si bueno. Ethan es quien tuvo la idea. Ósea que la están obligando y con la pelea de ayer, es normal que se moleste.- Mar hacía el intento de entender.
         -Hay que acercarnos, o se van sin nosotros.- A Jen mis problemas no le importaban. Y no se molestaba en ocultarlo.
         -Mejor- Carraspeé. Y Zack pasó su mano por mi hombro invitándome a calmarme.
No me calmé como hubiese querido o necesitado. Quizá con un abrazo de Zack… Esas ideas me iban a volver loca.
         -Esto es una belleza- Balbuceó Ethan triunfal. Refiriéndose a la lamentable cafetera que teníamos en frente.
         -Da pena-Dijo Jen.
         -Es un clásico.-Se defendió Ethan.
         -Si, es un clásico que da pena.
         -Es vergonzoso.-Siguió Jackie.
         -Mas que vergonzoso, me da asco, ya nadie usa estos autos, si es que se le puede llamar así.- Samuel era inteligente en sus palabras.
         -Amigo, mejor no le seguimos o terminarás por los suelos con tantas críticas. - Claro, lo dijo el comprensible Connor, dueño del auto mas genial del grupo, el auto que ya tenía la forma de mi trasero en el cofre.
         -Bueno. ¿Se suben o no?
         -No.- Dijeron todos al unísono que me fascinó.
         -¿No hablaras en serio hermano?- Zack demostró confianza. Realmente todos los hombres se conocían ahí.
         -Déjalo ya Ethan. Tomemos mi auto, o uno de…-Connor dudó.-de casa de Jordan.
Y mi interior gritó un no rotundo. Yo aceptaba viajar pero no en el auto de ‘‘Jordan’’ no de ese tipo.
         -Bien. Llámalo.-Dijo Ethan derrotado, pero con voz de un verdadero idiota perdido.
         -¿Eres estúpido o te haces?
         -Ya. Ya lo sé. ¿Cómo piensas traer el auto?
Y Connor entró en un aire pensativo, como si estuviera tratando de encontrar la mentira adecuada para meterla en la cabeza de nosotras. Por que estaba claro que todos los hombres estaban bajo el mismo rollo. Estaban metidos en líos que solo ellos sabían, en cosas que a mí me molestaban por ser tan… de ellos, tan ocultas.
         -Yo voy por él. Creo que está cerca. Jordan dijo que estaría en la ciudad.- Connor no fue muy inventivo a como esperaba, realmente me decepcionó.
Le pidió a Sam que lo acompañara, ambos se fueron en el auto. Mientras esperamos ahí sin mucho que hacer.
De pronto Ethan, John, Jen, Brad, y Zack estaban hablando como el gran club de mentirosos que representaban para mí. Con sus secretos y cosas extrañas. Claro apenas se le había unido Jen a mi visión.
Y a unos cuantos pasos Jackie, Mar, Kim y yo entablamos una conversación acerca de animales marinos, bueno de chicos también, pero no como prioridad.
         -¿Jess no viene cierto?- Pregunté.
         -¿Te gustaría que viniera?- Me preguntó Kim.
         -¡Claro! Nos llevamos tan bien, que estar con ella es lo primero en lo que pienso.
         -Bien, pues tu misma respondes a la pregunta.- Me regañó Mar- Desde que Rodrigo no está mas con nosotros, pues, ya no tenemos que lidiar con ella, ya sabes, no muchos soportan su temperamento.
         -Y si realmente queremos pasarla bien, es mejor sin ella.- Aceptó Jackie.
         -Eso suena muy bajo, incluso para ustedes… A pesar de todo es amiga suya ¿no?- Les dije.
         -No creo que ella sea una amiga Mel.- Concluyó Jackie.
Me di cuenta de que aparir de ahora no habría mas Jessica.
Un poco menos de media hora después apareció la dichosa camioneta. Esa si podía ser llamada ‘auto’ o lo que quisieran menos ‘cafetera’ o ‘chatarra’ por que no lo era. Demasiado lujosa para ser de Jordan, me sentí incomoda ante el recuerdo del hombre.
         -Suban-Gritó Connor, conforme con su trabajo de conseguir algo decente para nosotros.
En ese momento los únicos chicos de mi agrado eran ellos dos: Connor y Sam por no formar parte de la charla complot de antes.
El auto arrancó, y no se detuvo hasta que llegamos al que puede llamarse el inicio del bosque. Ahí había unos cuantos comercios.
Terminamos dentro del restaurante. Graciosamente no cabíamos en las mesas del lugar, y nos colocamos en el fondo, donde era menos probable que molestáramos a las personas. Las mesas eran solo para cuatro personas. Y yo realmente anhelé que Zack se sentara en la misma que yo.
En la mesa de la esquina, donde nuestros gritos podían hacer estruendo, estaba John, y realmente lo agradecí, necesitaba reírme un rato. Yo me senté frente a él, Mar a su lado, y el lugar restante aun no era ocupado, los demás ocuparon las mesas que necesitaron. Jen estaba en mi espalda. No muchas veces se sentaban alejados Ella y John, pero que lo hicieran era bueno, por que ambos sacaban su verdadera forma de ser. John nunca dejaba de ser gracioso pero lo era aun mas cuando no estaba con Jen. En fin eran agradables juntos y separados de distintas maneras. Se daban su espacio, eran la pareja más genial que pude ver jamás.
         -Nadie quiere estar a tu lado. Lo siento mucho Mel.-Dijo John sin nada de seriedad.
         -Exacto tú lo sientes mucho.-Dije.
Y parecido al ‘‘y mágicamente’’ apareció Zack, fue el último en entrar al restaurante. Y tenía dos opciones; nuestra mesa o la otra.
En la otra de la orilla estaban Jackie, Connor y Ethan. Una combinación peculiar.
Optó por sentarse en nuestra mesa. Y le lancé una mirada fulminante a John que decía ‘‘Toma eso’’
         -Dime que no me eh perdido de nada.-Escuche decir a Zack, sin saber a quien se estaba refiriendo.
         -Amigo, dime tú a mí que yo no me perdí de nada. ¿Qué pasa eh?
         -¿De qué?
         -De verdad amigo, ya nos conocíamos ¿no?
A nuestras espaldas había por lo menos cuatro conversaciones más y la de nuestra mesa no era la que llevaba mas fuerza.
         -John por favor, no hagas que odie la palabra ‘amigo’, la haz mencionado demasiado en el día. Y en clase ¡no se diga! ¿Qué, cien veces?- Le dijo Marisol, en un intento de no ser excluida de la mesa, aun estando sentada ahí.
         -Vamos Mar, no te pongas celosa, también eres mi amiga, lo sabes, y te quiero.-La rodeó con un brazo y la sacudió como si fuera un trapo, algo desagradable para mí y al parecer también para ella.
         -Hey. John ¿Estás borracho?-Pregunté. Y Zack no reprimió su risa.
         -Claro que no.- Y soltó a Mar. - Ustedes dos.-Nos apuntó a Zack y a mí con una peligrosa pajilla.- ¿Qué se traen? Por su culpa Ethan se molestó con nosotros. ¡Corrimos como cien vueltas!  Buena elección la de no sentarte en la misma mesa que él, hermano. Has asegurado que tu cabeza siga pegada a tu cuello por lo menos una semana más.-Su charla se había vuelto un susurro miedoso.- Y si se te ocurre ser su novio- Me apuntó con la barbilla.-Bueno, sabes eso lo enfurecerá mas.
         -Sabes que lo que él dice es un juego-Dije refiriéndome a todas esas veces en las que Ethan decía que yo era su novia.
         -¿Sí? Entonces se tomó ese juego muy enserio. De verdad que no sabes nada Melanie.- John estaba serio, sin juegos.
         -Incluso yo lo eh creído Mel, él está raro, se molestó mucho ayer. Es… extraño.- Mencionó Marisol.
         -Y como Rodrigo murió cree tener oportunidad ¿no?- Reproché.
         -No… bueno, eso no lo sé. Pero suena lógico.-John volteó la mirada para Zack- Cuídate de Ethan molesto.
         -Eso lo sé. Pero no tiene por qué. Me refiero a esto. Vamos, yo solo me salté una clase.
         -Pero estuviste con ella.-Dijo Marisol. Ya me estaba asustando, pero solo el hecho de que Ethan y Zack pelearan ¿qué? ¿Por mí? No. Bueno, no sabía que creer. Y la idea era estúpida.
         -Y la salvaste el lunes. - Prosiguió John.
         -¿Eso qué? Alguien más pudo haberlo hecho. Fue una buena hazaña-Volví mi vista un momento a Zack y miré de nuevo a John y Mar.- Pero, bueno esa no es razón para que se moleste. ¿Cuál es la verdadera razón de su enojo?
         -Que Zack no está siguiendo sus ordenes.-Dijo John.
         -Y no lo haré. Si eso va contra mis principios.-Repuso Zack.
         -¿Qué son… soldados?- Mencionó Mar incrédula. Obviamente no eran eso, pero si eran algo que iba mas allá de una amistad o algo normal, de ‘‘hombres normales’’.
         -¿Principios? - Inquirí yo algo divertida por la frase.
         -Hay cosas… que es mejor dejar así Mel. Ya te enterarás.- Recibí toda su confianza en ese dialogo. Fue demasiado mágico. Importante. Y al mirarme noté, que sus ojos combinaban con los míos, sus ojos de un verde imponente en contraste con mis ojos de verde claro. Simplemente maravilloso.
Y le dije a mi interior ‘‘Lo siento Rodrigo, pero debo ser feliz’’ Y me prometí no reprocharme por lo que pudiese sentir. La conexión con su mirada fue realmente importante para mí. Y esperé que también para él. 
         -¡Chicos! De verdad, no les entiendo nada. Me rindo con ustedes. Son más raros de lo que creí. ¡Brad, ven aquí!
Ella se paró y le dijo algo, y se intercambiaron lugares.
         -¿Qué pasa por aquí? ¿De qué hablan? -Dijo Brad tranquilamente.
         -De Ethan. Bueno, del problema mas enorme de todos, ya sabes, lo que pasará sí lo que sea que pasa entre ellos dos se hace… mas… no sé, mas real- Repuso John.
         -Oh vamos. -Dije yo.
         -Es una amistad solamente.-Me apoyó Zack.
         -Si. Pues intenten decirle eso a  Ethan. ¿Entonces ya lo sabe?- Brad giró la cabeza para ver a los otros dos. Confundido y preocupado, su cara no mentía.
         -No. Brad, no te preocupes, ellos dos, tú y Ethan. Nadie. Nadie me dice nada. - Mi mayor defecto era molestarme demasiado rápido.
Todos pusieron caras de nerviosos compulsivos. Daban pena. Eran muy irritantes.
         -Pero en algún momento….-Zack había roto el silencio que ya estaba formado.
         -Eso será después.-Dijo Brad en una posición de chico alfa.
         -No. Hay otra cosa. Ustedes creen que puedo llegar a morir sin saber la verdad, pero les tengo una noticia. Confiesen o no, yo lo sabré. Toda la verdad la descubriré por mi misma. Oh por favor yo ya conocía a Zack.- Y los confundidos fueron el par que tenía enfrente.
         -¿Cómo, ya se conocían? ¿Zack, ya te conocía?- John abrió los ojos como platos.
         -No, bueno. Yo… no. Ella dice que ya me conocía, no sé como.-Zack ya estaba preocupado, quizá esperaba que le creyeran, como si conocerme de tiempo fuese un delito.
         -Tranquilos. No solo a él. También a Debo…- Y en ese instante Zack me tomó entre sus brazos para taparme la boca con una mano, para evitarme terminar con el ‘rah’. Aproveché el momento tanto como pude.
         -Hermano. ¡Encima, la abrazas!-Gritó Brad por lo bajo.- Pero por favor… Mel, que no se te ocurra siquiera nombrarla. Nunca.
         -Esta bien.-Dije sin pedir razones.-Y eso no tiene sentido.
         -Intenta decírselo a Ethan.- Mencionó John con un leve intento de burla en su timbre.
         -Oh, eso, no tiene sentido. Yo te eh abrazado, muchas veces, y a ti- Apunté con mi barbilla a Brad. Y obvio, consiguieron no tocar el tema de la chica sexy que quería asesinarme.
         -Muchísimas veces, pero yo tengo novia…-Punto para John, pensé.
         -Y tú tienes a Marisol ¿no? -Dije imitando la postura de John. Parecía que quería imitar a un macho de película romántica que nadie quiere ver. Y Brad se puso rígido ante mi declaración.
         -Exacto. Ya estas entendiendo.- Se mofó John, recibiendo la mirada desaprobadora de Brad.
         -Entonces, simple, Zack consíguete una novia para que te pueda hablar sin tener problemas con…-Incliné mi cabeza para atrás refiriéndome a Ethan.
         -Será mas fácil si tú te conviertes en mi novia.- Comentó sin vacilar. Me tomó como un golpe al pecho que me hizo rebotar en mi asiento.
Y me di cuenta del pésimo servicio que tenía el restaurante. La camarera solo se había acercado para dejarnos agua… natural. Tal vez por que era alérgica a adolescentes en cantidades numerosas. No había carta, ni pedidos, nada, pésimo sin duda.
Le di un enorme sorbo al agua. Y de milagro no me atraganté.
         -Una razón mas para…- Dijo John moviendo su cabeza como yo hice antes para referirse a Ethan- No haz dicho nada. Nos demuestras que estás de acuerdo.
Quebrantando mi meditación sobre el mal servicio.
         -¿Se han dado cuenta de que mal atienden aquí?- Dije atontada, y mi pregunta lo dio a notar muy bien.
         -¡Vez!   ¡Le das más motivos para querer lincharlo!   !No lo  niegas! -Insistió
         -Es verdad, pésimo servicio. ¿Quién eligió venir aquí?- Me ayudó Brad. Y lo amé por ello. Fue un lindo detalle.
         -No la apoyes Brad, intentamos salvarle el pellejo a Zack.
         -No te molestes. Y si ella no dice nada, es por que lo esta pensando con detenimiento, y vamos, obviamente no es una declaración verdadera, si lo fuese con una chica tan linda como ella… ya me habría arrodillado.-Afirmó Zack.
         -¿Y eso que significa?-Dije confundida.- Quieres besarme ¿no?
Él pasó sus brazos de la mesa a sus piernas un par de veces. John se recargó en el respaldo en símbolo de rendimiento. Y Brad se nos acercó más, como si el espectáculo fuera el más interesante al que acudió jamás.
         -¿Qué? No. -Dijo rápidamente.
         -¿Dices que soy mala para ti, y no soy lo suficientemente buena para ti como para querer besarme?
         -Nunca dije eso, ¿qué? No, espera. Me confundes.
         -Esa es la idea.
         -Nunca dije… ¿Qué dije?
         -Entonces… te gusto.
         -Exacto. ¿Qué? Si. No. Ag. Vasta de esto.
         -Amigo, acabas de confesarle que te gusta.-Dijo Brad con sus manos sobre la mesa tan juntas que las puntas de sus dedos estaban blancas por la fuerza con la que se sujetaba.
         -Claro que no.-Dijo él.
John se acercó hacía nosotros tres, como si ya formáramos parte de un complot, y él tuviera el secreto principal.
         -Solo cuídate de los problemas con… por que ya tenemos demasiados con…
         -John lamentablemente a veces si eres irritante-Dije con una sonrisa sarcástica.
         -Hagan lo que hagan. Tienen mi apoyo.
         -El mío también-Dijo Brad.
         -Solo por ¿Solo por un abrazo?
Y los tres sonrieron ante mi pregunta.
La camarera al final llegó. Ordenamos, comimos, charlamos pero de otras cosas menos relevantes. Terminamos y salimos de ahí.
Kim y yo, salimos al final. Afuera los chicos estaban algo dispersos, Kim se unió a Connor y Jackie. Me acerqué a Zack que estaba alejado de todos.

         Metiendo mis manos en las bolsas de mis jeans. Él dijo:
         -Llegará el momento en que me dirás lo de tus sueños ¿no?
Dijo con una sonrisa tan impecable, que moría por tocar con mis labios… ¡Si que estaba perdida! ¡Ahora quería besarlo! Y eso si que estaba mal ¿no?
         -Tal vez. O tal vez no, por que si te lo digo, vas a creer que estoy loca.
         -Mmm...… Eso no lo sabes- Respondió con un gesto de complicidad.

By: Yocelyn Lpz
Saya Chan*